Por Alejandro Vasconselos
México es un país que tiene más de 5 climas, entre ellos, cálido, subhúmedo, seco, semiárido, desértico, húmedo, es el quinto país con mayor biodiversidad de plantas y animales en el mundo.
Entre toda esa biodiversidad encontramos a una planta que tiene más de 3,000 años sobre la faz de la tierra, a ella el botánico sueco Carlos Linneo le llamó AGAVE, que proviene del significado en griego “noble” o “admirable” y lo dio a conocer a la ciencia en 1753.
En todo el mundo existen más de 230 especies de agave y México cuenta con un poco más de 180 especies de agave, el 59% del territorio nacional es semiárido, clima apto para la producción, siembra y cultivo del agave.
Posteriormente Howard Gentry, en 1970 comienza la clasificación taxonómica del género agave, recolectando más de 900 características taxonómicas de esta planta, adentrándose en las comunidades de México, conociendo sus tradiciones, rituales, usos y costumbres de las plantas, para poder no solamente mencionar las características taxonómicas de la planta. Dejándonos como herencia el trabajo de toda su vida, el libro de (agaves of continental north america).
Entre todos los usos de la planta encontró, no solamente destilados de México como el tequila y el mezcal (los más comunes), también encontró miel, forraje, fibra, aguamiel, pulque (vino blanco prehispánico), alimento para humanos, tejas, y miles de usos más.
Ahora que conocemos cuántas especies tenemos en México, ¿quienes los clasificaron? ¿Qué usos tiene dentro de nuestra cultura?, analicemos un poco más los derivados de la planta. Miel de agave uno de los endulzantes más sanos para el consumo humano, pulque o aguamiel bebida con millones de microorganismos benéficos para el consumo humano, fibras con las que podemos hacer sombreros, cuerdas, zapatos, bolsas y hasta suplemento alimenticio, forraje para engorda de ganado que tiene dos bondades importantes (alimento en época de sequía para el ganado, disminuye el consumo de agua del animal), y lo mas importante solo requiere un litro de agua para poder vivir, ¿a que voy con esto?, no requiere un sistema de riego o explotación de aguas subterráneas, con la poca lluvia que tenemos en el 59% del semiárido de nuestro país, sin embargo sí puede dar empleo y generar economía a una familia.
Esta planta que la encontramos en zonas forestales, en terrenos de cultivo, como cerca viva y en algunos de nuestros casos en jardines, macetas y demás depósitos, puede salvar a México de la pobreza a parte de ayudarnos con servicios ambientales muy importantes, deteniendo la erosión y mitigando una cantidad de importante de CO2.
¿Y tú? ¿Estás dispuesto a sembrar un agave en tu jardín, parque, rancho o comunidad? Busquemos regresar a lo que nuestros ancestros usaban. Reforestemos con “conciencia” (consciencia y ciencia), que lo que sembremos pueda ayudar a las zonas forestales y rurales a tener un modo de vida.