Por Fernanda Noriega
“Nunca terminarás de conocer el encanto de la ciudad, San Miguel tiene distintas maneras de enamorarte una y otra vez”
Por lo que he conocido, podría decir que las personas que viven en San Miguel se dividen en tres grupos: primero están aquellas que son amantes de conocer lugares nuevos, moverse por rutas diferentes y descubrir rincones poco explorados de la ciudad; después, están las personas que se enamoran de los espacios, responden sin dudar cuál es su café o restaurante favorito y son fieles comensales que transitan San Miguel por la misma ruta que ya espera verles pasar.
Por último, están las personas que pertenecen a ambos, que disfrutan conocer lugares nuevos pero también vuelven siempre a su rincón especial. Tal es el caso de Fridha Chacón, una mujer amante del arte y de la armonía inspiradora que posee San Miguel.
Desde muy joven Fridha se dedica a convertir el mundo en su escenario, es bailarina clásica y su trabajo le permitió llegar a San Miguel hace más de 10 años. Durante este tiempo, ha emprendido algunos proyectos musicales y de danza, lo que la ha llevado a conocer muchas personas y lugares.
Un día perfecto para ella implica una buena compañía, reunirse con amistades para tomar un café en el Café de la Mancha en la colonia Guadalupe, resulta imprescindible ¡tienes que conocerlo! Tiene un concepto muy casero, los propietarios son un matrimonio, Cristian y Paloma: él hace el café, ella hornea pan en su hogar; todo es recién hecho entonces sabe y huele delicioso”, comenta. Después de desayunar en este rincón tan especial, le gusta buscar un espacio al aire libre que puede ser para ir a caminar o bien, alejarse un poco de la ciudad y relajarse en las aguas termales de La Gruta aunque, por lo que cuenta, lo mismo te la puedes encontrar de compras en la Fábrica la Aurora, paseando en el Rancho Vía Orgánica o visitando rincones llenos de historia como el Santuario de Atotonilco y el Monasterio de San Benito que se encuentra por el mismo rumbo.
Ahora bien, cuando tiene oportunidad no titubea en acudir por un buen pulque con Doña Betty “ella y su esposo tienen un restaurante en el camino a Jalpa, poco antes de llegar al pequeño lago. Ambos cosechan el maguey y te sirven el pulque en la terraza del lugar” comenta, y hace énfasis en que algunas de las mejores propuestas para divertirse se encuentran en las afueras de la ciudad.
Al llegar la noche, Fridha se deja atrapar por el Jardín Principal, disfrutando de los sonidos que hacen inolvidable una noche en San Miguel como el mariachi y las campanadas del reloj público, “cerca del centro, algunos lugares que me encantan son La Azotea y el Manantial, ya que ambos tienen muy buena comida y las margaritas son inigualables”, concluye.
Por lo que he conocido, podría decir que las personas que viven en San Miguel se dividen en tres grupos: primero están aquellas que son amantes de conocer lugares nuevos, moverse por rutas diferentes y descubrir rincones poco explorados de la ciudad; después, están las personas que se enamoran de los espacios, responden sin dudar cuál es su café o restaurante favorito y son fieles comensales que transitan San Miguel por la misma ruta que ya espera verles pasar. Por último, están las personas que pertenecen a ambos, que disfrutan conocer lugares nuevos pero también vuelven siempre a su rincón especial. Tal es el caso de Fridha Chacón, una mujer amante del arte y de la armonía inspiradora que posee San Miguel.
Desde muy joven Fridha se dedica a convertir el mundo en su escenario, es bailarina clásica y su trabajo le permitió llegar a San Miguel hace más de 10 años. Durante este tiempo, ha emprendido algunos proyectos musicales y de danza, lo que la ha llevado a conocer muchas personas y lugares.
Un día perfecto para ella implica una buena compañía, reunirse con amistades para tomar un café en el Café de la Mancha en la colonia Guadalupe, resulta imprescindible ¡tienes que conocerlo! Tiene un concepto muy casero, los propietarios son un matrimonio, Cristian y Paloma: él hace el café, ella hornea pan en su hogar; todo es recién hecho entonces sabe y huele delicioso”, comenta. Después de desayunar en este rincón tan especial, le gusta buscar un espacio al aire libre que puede ser para ir a caminar o bien, alejarse un poco de la ciudad y relajarse en las aguas termales de La Gruta aunque, por lo que cuenta, lo mismo te la puedes encontrar de compras en la Fábrica la Aurora, paseando en el Rancho Vía Orgánica o visitando rincones llenos de historia como el Santuario de Atotonilco y el Monasterio de San Benito que se encuentra por el mismo rumbo.
Ahora bien, cuando tiene oportunidad no titubea en acudir por un buen pulque con Doña Betty “ella y su esposo tienen un restaurante en el camino a Jalpa, poco antes de llegar al pequeño lago. Ambos cosechan el maguey y te sirven el pulque en la terraza del lugar” comenta, y hace énfasis en que algunas de las mejores propuestas para divertirse se encuentran en las afueras de la ciudad.
Al llegar la noche, Fridha se deja atrapar por el Jardín Principal, disfrutando de los sonidos que hacen inolvidable una noche en San Miguel como el mariachi y las campanadas del reloj público, “cerca del centro, algunos lugares que me encantan son La Azotea y el Manantial, ya que ambos tienen muy buena comida y las margaritas son inigualables”, concluye.