Por Sol Kazio
El provocador y quizá extraño título de esta muestra en el contexto latinoamericano podemos decir es una especie de collage en el lenguaje de las artes visuales o de un pastiche en el ámbito literario.
El título de la exposición de Moyshen ha tomado la M de Moyshen, el artista y Cutouts como referencia a una exposición a la que Moyshen pudo asistir en la Tate Modern de Londres en 2014, durante su residencia en la cual realizó sus estudios de especialización en arte en la ciudad británica, “Matisse Cutouts”, en la Tate, retoma los últimos años de vida del artista francés en que casi abandonó los medios tradicionales de su expresión para ahondar en una nueva línea reforzando su conocida expresividad de color con la fuerza del collage, creando prácticamente un nuevo modelo de creación con recortes (cutouts), una colección impresionante de collages. Colores llenos de brillantez en realizaciones disímbolas que detonaron y llevaron la técnica del collage a alturas insospechadas.
Esta exposición que impactó a nuestro artista y de la misma manera como la tragedia nos lleva a la catarsis, a veces ver una exposición extraordinaria o una obra de arte nos conmueve y trastoca nuestros umbrales para transmitirnos esa misteriosa voz que nos plantearon lo mismo Kandinsky que Heidegger, y que ha llevado esta experiencia a nuestro artista a realizar la presente exposición con una clara citación a la colección del genio francés.
Moyshen retoma la propuesta de Matisse para transportarla a su propio y personal lenguaje, cuidando en no abandonar las referencias al artista fauvista sin ser reiterativo. Moyshen nos ofrece una serie de piezas llenas de novedad con la frescura de un lenguaje joven y actual lleno de la riqueza de un artista que ha nutrido su carrera con experiencias internacionales primero como estudiante y después como artista con sus exposiciones personales en diversos países como España, Italia, Guatemala y otros.
Moyshen busca referenciar al espectador con la obra de Matisse como un sueño donde utiliza elementos reales para representar la vigencia de los lenguajes modernos que enriquecen la cultura contemporánea en sus múltiples facetas y que han resistido a la crítica posmoderna y el nihilismo del arte del arte contemporáneo para reclamar la vigencia de los modelos heroicos de la epopeya moderna cuya luz aún nos abraza. Uno de esos nombres necesarios es Henri Matisse.