Por Fernanda Noriega
Toda la época de vigilia en San Miguel viene con una serie de tradiciones y maravillas por presenciar que no te puedes perder: en un lugar donde la cultura se desborda, esta época no es para quedarse en casa. Este viernes, conocido como Viernes de Dolores, es uno de los días más solemnes que podrás presenciar. Por todas las calles de San Miguel, sobre todo en aquellas que se encuentran en la zona centro, podrás ver a las personas abrir las puertas de su hogar, mostrando a la comunidad los altares que, si los has visto estarás de acuerdo, son una auténtica obra de arte digna de admirar. Esta tradición es todo un ritual, mi abuela, un par de semanas antes, se encarga de comprar las plantas, frutas, objetos de decoración e iluminación que desea poner en su altar: “ya necesito mover los muebles de la sala para empezar, y tu abuelito ya mandó a hacer las paletas de hielo para el día del altar”, la escucho decir con varios días de anticipación.
Hay personas que, como mi abuela, adaptan el recibidor de su casa para poner su altar; otras, ocupan todo su jardín creando un escenario de un tamaño descomunal. En la entrada de las casas te reciben con un “ya lloró la virgen” y te obsequian sus “lágrimas” en forma de agua fresca, paleta helada o algo similar, y te dan la bienvenida para entrar a ver el altar que en familia se dieron el tiempo de montar. Después de este Viernes de Dolores, vienen otras tradiciones como la visita de las Siete Casas, el Santo Encuentro y otras de las que en la siguiente edición te contaremos a detalle. Por ahora, disfruta del folclor, la fe y la tradición que la comunidad sanmiguelense aún conserva y lleva a cabo con fervor.