Por Fernanda Noriega
Desde la más tierna edad en la escuela nos enseñan una serie de efemérides; las repetimos una y otra vez y es casi imposible encontrar a alguien que no sepa que el 5 de Mayo se celebra la Batalla de Puebla… ¿O no?
Bueno, puede que en San Miguel sí haya personas que no sepan con exactitud el por qué hay un día de asueto en esta fecha, sobre todo tomando en cuenta que gran parte de la población de la ciudad son extranjeros; por ello, en esta ocasión salimos a preguntar qué es lo que la gente sabe sobre esta conmemoración de La Batalla de Puebla, estas fueron algunas de las respuestas:
- Fue una lucha que ayudó a lograr los derechos de los trabajadores
- Una de las batallas que se organizaron por la Independencia de México
- El día del trabajo
- “Ni idea”
He aquí la historia (a grandes rasgos):
El conflicto comenzó cuando el entonces Presidente de México, Benito Juárez, anunció públicamente en octubre de 1861 que no pagaría la deuda externa (¡¿Te imaginas?!). Enseguida, Francia, Inglaterra y España suscribieron la Convención de Londres… Porque así como ahora lanzamos un ‘tweet’, en esa época se hacían tratados y convenciones; en este caso, los europeos se comprometieron a enviar contingentes militares a México para reclamar sus derechos como acreedores por una deuda que ascendía a 80 millones de pesos (actualmente, dicha deuda se estima de más de 2 billones de pesos).
Ahora, la verdadera angustia vino cuando Ignacio Zaragoza, general al mando de las tropas mexicanas notó que los europeos les superaban en número y no solo eso, los enemigos representaban un ejército mucho más experimentado que el mexicano; sin embargo, aunque la invasión a México no se pudo evitar, los refuerzos provenientes de Oaxaca ayudaron a que la victoria fuera nuestra y tras un segundo enfrentamiento, se lograra establecer el Segundo Imperio Mexicano.
Ahora ya lo sabes, este 5 de mayo los mexicanos conmemoramos que hace muchos años, aquí tembló la tierra y (aunque la deuda externa no es cosa del pasado) la victoria fue nuestra ¡”Al sonoro rugir del cañón”!