“Un día perfecto es preparar todo para mi función de Flamenco”
A las siete de la mañana preparo un lunch para mi hija que cursa la preparatoria, y luego corremos para llegar a tiempo a la escuela. Al regresar, con toda calma y tomando siempre un expresso doble ¡comienza la fiesta!
Soy directora artística de un grupo de flamenco. Lo primero que hago es llamar y mensajear a los compañeros para ver que estarán listos para el show de la noche; luego checo el programa, vestuario, horarios, etc. Después de desayunar ligerito, corro a mi estudio que está en la segunda planta de mi casa, y que es donde monto mis bailes, ensayo y doy clases particulares. Doy dos horas de clase y al final me tomo una hora para ensayar con Víctor, el mejor percusionista de San Miguel y el director musical de “Luna Flamenca”.
Después hay que correr a Bellas Artes para checar el espacio para una función. Hablo con el técnico que colocará el sonido y reviso si tengo que llevar tarimas, monitores o lo que haga falta. Al terminar aprovecho para ir a visitar a una clienta a la que le estoy haciendo un vestido de novia flamenco, ¡estamos muy emocionadas con el diseño!, ¡un auténtico Gipsy Queens!, marca de ropa flamenca que manufacturo y vendo en línea desde hace más de 25 años.
Se acaba la mañana y es tiempo de recoger a mi chiquilla, comemos unas ricas ensaladas de alguno de nuestros sitios preferidos y nos ponemos de acuerdo para nuestras respectivas actividades de la tarde y noche. Mi hija tiene ensayo de su show de gimnasia, y mientras la espero, trabajo un rato en mi taller de costura que también está en mi casa, me baño, me peino, me maquillo y escojo el vestido que usaré en el show. Recojo a mi niña, la llevo a la casa y corro al centro, a La Hija del Manantial, el restaurant bar donde me presento con mi grupo todos los viernes, me pongo el vestido y los zapatos, respiro hondo y ¡comienza la función!, tres horas de baile, cante y felicidad absoluta donde la gente comparte su energía y se transforma con el flamenco.