Lo que se antoja para celebrarla
Por Carmen Rioja
En México el Nacimiento del Niño Dios es la superestrella de la cena previa a la Navidad, mejor conocida como Noche Buena. La Noche Buena es la víspera al 25 de diciembre, día en que se celebra el nacimiento del Mesías Jesucristo en la religión católica que está muy presente en la cultura mexicana, aunque con sus aportaciones prehispánicas y con un sincretismo —sino admirable— fascinante. Podemos observarlo en platillos que se sirven esa noche, en los cantos para pedir posada, recordando la escena de José y María peregrinando en la fría oscuridad en busca de un hospedaje dónde pasar la noche y dar a luz al Salvador. De allí que veamos nacimientos tradicionales en el centro de todas las ciudades y pueblos, y en cada casa. Puedes recorrer las calles de San Miguel en esos días para ver los más hermosos, ya que algunas casas abren sus puertas para mostrarlos.
Algunas de las delicias más comunes para estas fechas son:
1. Dulces para relleno o colación de la piñata:
Tejocotes, mandarinas, naranjas, dulces, tamarindos, cañas, chocolates, cacahuates y confeti de colores. Cada elemento tiene un elemento simbólico con las mieles e hieles de la vida.
2. Guajolote en mole, o horneado con piña y jugo de manzana, ensalada de frutos secos y frescos como manzana.
3. Tamales de chile con rellenos como carne o rajas con queso y tamales dulces de guayaba.
4. Ponche, atole y chocolate, los tres elíxires para el frío de la noche y la indigestión.
5. Romeritos o huauzontles con mole, una receta prehispánica con lo mejor del sabor de México.
6. Bacalao, herencia del virreinato, el más típico es de receta Vizcaína y se come sobre todo en tortas al recalentado del día siguiente, es decir, en Navidad.
7. Buñuelos, torrijas, arroz con leche, natillas, más chocolates, fruit cake, ate de guayaba, son apenas unos cuantos de los postres.
No te pierdas las Posadas antes de la Navidad, son representaciones teatrales cómicas de la historia del Nacimiento del Niño Jesús, la persecución de María y José por el Rey Herodes, y las hilarantes tentaciones que el Diablo presenta a los pastores.