Por Rosario Ruiz
Este fin de semana celebramos el Carnaval en todo el mundo. Si eres nuevo en la ciudad, o si vienes de visita, y no sabes cómo festejamos en San Miguel de Allende, no te espantes si ves a muchos niños, jóvenes —y a algunos adultos— corriendo por todo el Jardín Principal mientras se truenan en la cabeza cascarones de huevo rellenos de harina o confeti.
Es tradición que diferentes puestos se coloquen en las afueras del Jardín para vender flores de papel crepé y Payasitos de cascarón y papel, además de las “municiones” para que los niños hagan una guerra de cascaronazos. ¡Los más atrevidos podrían romperte un cascarón en la cabeza si no tienes cuidado! Así que te recomiendo comprar tu bolsa de cascarones para defenderte y unirte a la batalla campal en el kiosco del Jardín.
Sin duda, esta tradición es muy divertida, incluso solo para observarla, aunque yo opino que, como adultos, esta sería una buena forma de resolver conflictos.