El panteón de San Juan de Dios, construido en 1782 por don Joaquín Hidalgo y Costilla, hermano del Padre de la Patria, se alista para abrir sus puertas los únicos tres días que lo hace al año: 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre. 

En el marco de la celebración por el Día de Muertos en San Miguel de Allende, este cementerio que cubrió la necesidad de tumbas durante los años de epidemias y hambrunas tan frecuentes en cada centuria, tendrá las presentaciones especiales de video mappings durante los tres días que permanecerá abierto a las 7:00, 7:30, 8:00, 8:30, 9:00 y 9:30 de la noche.

José Cornelio López describió en su libro ‘Viñetas Sanmiguelenses 3’ que el panteón de San Juan de Dios fue construido en 1782 por el doctor Joaquín Hidalgo y Costilla, hermano del Padre de la Patria, cuando el segundo virrey de Revillagigedo puso en marcha las reformas borbónicas en la Nueva España que incluía las ordenanzas de construir nuevos cementerios extramuros de las villas y ciudades.

Con el paso de los años, este cementerio sumó a su eterno descanso los restos de incontables próceres, conocidos y desconocidos, que participaron en la insurgencia de 1810. 

Uno de ellos es el General de División y ex presidente de México, Don Ignacio Comonfort, asesinado en Chamacuero (ahora Comonfort) por guerrilleros del conservador Sebastián Aguirre, el 13 de noviembre de 1863.

También descansa en este camposanto el teniente coronel Don Juan Caballero de Acuña, héroe de la Batalla del 5 de mayo de 1862 en Puebla, y se presume que el ex gobernador del estado de Querétaro, Don Lino Ramírez, señor padre de Don Ignacio Ramírez “El Nigromante”, fue sepultado aquí en 1840.

El antiguo camposanto de San Juan de Dios conocido también como el “panteón viejo”, está ubicado a un costado del templo del mismo nombre y del que fuera el hospital San Rafael, hoy convertido en la Escuela Primaria Urbana Hermanos Aldama.