Por Jesús Aguado
La fiesta de los muertos regresó la alegría, los colores, los olores, los sabores; y el recuerdo de las tradiciones que la pandemia dejó titilantes. Hubo el ansiado desfile de catrinas, en que cada participante pone su mejor esfuerzo para quedar retratado y permanecer en el imaginario colectivo.
Hubo también las ofrendas en el Jardín Principal; una oración universal con rituales ancestrales, y la iglesia episcopal y católica se reunieron en ese acto. Hubo visita a los panteones, a las criptas; y minutos de silencio por todos los muertos que la pandemia nos dejó.
El desfile de Catrinas—por otro lado—cumplió 20 años, y este 2021 hubo solo uno que reunió a más de las Catrinas y Catrines locales y visitantes. Pero hubo un personaje entre todas ellas, con el que platicamos, y es que cada año su creación es una de las más aparatosas. No habla mucho cuando está en su personaje, de hecho, las personas le hacen preguntas y él contesta con señas.
No es que no le guste su voz, es que simplemente “la Catrina debe ser soberbia”, indica Daniel Luna, un sanmiguelense que comenzó a participar desde hace trece años, vistiendo el sombrero, la estola, el abanico, los estiletos de quince centímetros de alto, el vestido, y las joyas del emblema mexicano para la temporada.
“Cuando comencé a participar, me propuse no ser una calavera más de las que participan. Investigué sobre los grabados de Posadas, sobre el mural de Diego Rivera, en fin sobre la burla de la clase indígena que deseaba una vida afrancesada, o de la clase alta que era ostentosa pero que al final de la vida no era más que una calavera” comentó.
Indicó que durante el año—porque también su personaje es de los más fotografiados durante el Convite de Locos en junio—comienza a prepararse, a buscar ideas. Si ve algo que le gusta lo compra, y luego va surgiendo la creación. Claro que trabaja en equipo, sus vestuarios siempre son obra de su hermano César Luna.
Sí aclaró que en la bolsa que porta, no lleva dulces más bien la usa para cargar su celular y otras cosas, y es que dijo “no debemos mezclar Halloween con la Catrina. Ésta es un ícono mexicano que nada le pide a las brujas, super héroes, o monstruos de la cultura anglosajona”.