Para serte sincero nunca había estado en mis planes experimentar un temazcal pero tuve la fortuna de ser invitado junto con un grupo de bloggers por Foatur (foro de actores del turismo) a recorrer mi propia ciudad, algo a lo que no me pude negar y claro el paseo incluía una sesión de temazcal en Renacimiento Spa.
Temazcal viene del náhuatl “temazcalli” y significa casa donde se suda, un baño de vapor empleado en la medicina tradicional y la cotidianidad de los pueblos del centro de México con múltiples beneficios para la salud.
En palabras mías: Un cuartito redondo, obscuro, lleno de vapor donde te metes semidesnudo, aveces con desconocidos y un guía que se encarga de la dinámica interior.
El temazcal consta de 4 tiempos, cada uno iniciado por un grupo de “abuelitas incandescentes” (piedra bola de rió) que llegan desde el exterior por un pequeño túnel para ser acomodadas en el centro del cuarto, posteriormente son espolvoreadas con yerbas aromáticas y finalmente agua contenida en pequeños cantaros de barro es vertida sobre ellas generando un vapor aromático muy relajante.
Uno de los objetivos de esta actividad es la relajación, cerrar los ojos y concentrarse en uno mismo, la obscuridad y el encierro pueden ser incómodos al principio pero conforme se desarrolla la experiencia la sensación te abandona para dar paso a la tranquilidad.
Recomendaciones:
-Toma agua antes y después de entrar, el sudor en mi caso fue tanto que me sentía como un plato de sopa caliente, pero al final estoy seguro que muchas las toxinas salieron de mi.
-No comas ni bebas cosas frías hasta un par de horas después de la experiencia.
-Nosotros cenamos en D Yoalli un Ristorante Italiano con comida muy sabrosa a cinco minutos del Spa (Escondido Place) sobre la carretera San Miguel de Allende a Dolores Hgo.
El temazcal puede o no gustarte pero si te gusta ten cuidado por que también puede ser adictivo, sobre todo si se lleva a cabo de una manera profesional y respetuosa como en Renacimiento Spa