Por Rosario Ruiz
Cada Día de Muertos las familias se reúnen para elaborar la ofrenda dedicada a sus difuntos. Como dicta la tradición, el altar debe contar con ciertos elementos, y uno de ellos son los alfeñiques, esas pequeñas figuritas de azúcar que tanto nos llamaban la atención cuando éramos pequeños.
Los podemos encontrar de diferentes tamaños, colores y formas, desde los tradicionales platillos típicos como mole, enchiladas y frutitas, hasta animalitos como gallinas, borregos, conejos y cerditos. También podemos encontrar cráneos, ataúdes y, recientemente, figurillas de la cultura popular, todo depende de la imaginación del artista que los elabora.
La técnica del alfeñique es de origen árabe; durante la conquista musulmana a la península ibérica, los árabes enseñaron esta técnica y después los españoles la trajeron a América. Rápidamente se hizo popular debido al sincretismo de las dos culturas.
En la época de la conquista, estas figuritas de azúcar reemplazaron los cráneos reales que se usaban en los Tzompantlis con la finalidad de honrar a sus dioses. Hoy usamos estas figuras en nuestros altares para que el alma de los difuntos se alimente con la esencia de estas dádivas. De igual forma, regalamos cráneos personalizados a nuestros amigos como recuerdo de que algún día también moriremos, como dice la frase latina “Memento mori”.
Su elaboración es muy sencilla, solo se requieren cuatro ingredientes: azúcar, clara de huevo, limón y “chautle” (una sustancia aglutinante que se obtiene de un cactus con el mismo nombre). Aunque, eso sí, requiere mucha paciencia y dedicación.
Para los cráneos, se utiliza un molde de madera o bronce y se aplica la miel sobre ellos, se voltea para que escurra la miel y los diseños queden huecos por dentro; luego se deja secar y se desprende la pasta; después se pinta con azúcar y colorante. Las figuritas como los típicos borregos, enchiladas y canastitas se elaboran a partir de una pasta que se puede estirar y moldear fácilmente; los ingredientes son los mismos.
Disfruta la Feria de los Alfeñiques que ya está aquí, apoya a los artesanos con su trabajo y ayuda a preservar las tradiciones que tanto nos caracterizan a los mexicanos.