Por Paola Velasco
Nieves artesanales o nieve de garrafa como muchos lo conocen, es aquella que se hace a mano, batiendo un molde metálico que contiene la mezcla de ingredientes que será el helado dentro de otro bote de madera con hielo y sal. Y en San Miguel tenemos una variedad deliciosa, con sabores tan creativos como raros, con nombres que prometen una experiencia para los sentidos. Los sabores clásicos como limón, vainilla, fresa, coco son una garantía, pero para aquellos más atrevidos existen sabores como mojito, gansito, beso de ángel, ferrero rocher, piñón, pistache entre muchos otros.
Nieves artesanales Santa Ana, ubicado en la esquina de calle Insurgentes y Relox, tiene más de 80 años ofreciendo nieves en la misma esquina. El fundador es el señor Octavio Godínez y su familia sigue sirviendo nieves. Su especialidad es la nieve “vida en San Miguel” una mezcla de frutos de la región con un toque de vino tinto.
Nieves Los Rosales está ubicado en la esquina de calle Insurgentes y calle Hidalgo y ya son más de 12 años preparando nieves. Los sabores más vendidos son mantecado (una mezcla de frutos secos y rompope), frutos rojos y garambullo.
Nieves de la Plazuela de San Felipe en la calle Insurgentes tienen 25 años ofreciendo deliciosas nieves. Es un negocio familiar y siempre está bien atendido. Ofrecen más de 50 sabores, entre ellos beso de ángel, mantecado y limón que son los más vendidos.
Nieves las Monjas, ubicado en la esquina de Hernandez Macías, justo frente al Templo de las Monjas. Han estado ahí hace 45 años, las nieves más vendidas son la de sabor mazapán, limón y garambullo.
Cuéntanos, ¿cuál es tu nieve favorita de San Miguel?
