Por Fernanda Noriega
Visitar el Rancho el Xotolar es una experiencia que debes vivir al menos una vez. Recientemente tuve la oportunidad de conocer su tierra y su gente, y sé que te va a encantar vivir en carne propia lo que te voy a contar: yo te recomiendo disfrutar esta experiencia por la mañana, aunque también podrías hacerlo en el recorrido vespertino y admirar el atardecer.
Primero que nada, ¡llegar! El Rancho se ubica a unos metros de Cañada de La Virgen, que es la zona arqueológica de San Miguel pasando la Salida a Celaya; ahora bien, apenas al arribar, la gente del lugar te recibe con un delicioso café de olla con un aroma irresistible a piloncillo y canela.
Después de un rato, es momento de conocer los corrales del ganado, en donde las vacas y sus becerritos toman el sol; Tomás, Gustavo y Don Félix que son encargados del Rancho te enseñan y te ayudan a ordeñar a las vacas con toda paciencia. Esta experiencia no tiene igual ya que durante el día, mientras realizas otras actividades, se produce el queso con la leche recién ordeñada y ¡puedes probarlo a la hora de la comida!
Y entonces viene lo bueno… Si sabes montar será pan comido pero, si no, ¡prepárate para la adrenalina! La cabalgata tiene una duración aproximada de tres horas y durante este tiempo atraviesas las montañas aledañas al rancho, cruzando el río, aprendiendo la técnica adecuada y, sobre todo, disfrutando del paisaje.
Al finalizar, después de varios kilómetros, la última parada es increíblemente gratificante: la hora de la comida. Yo probé los chiles rellenos rojos, frijoles de la olla, una merecida cerveza y, por supuesto, queso ranchero fresco.
Me gustaría hacer énfasis en la amabilidad, calidez y cariño con que la gente del rancho te abre las puertas de su hogar y hace de tu visita una experiencia entrañable, maravillosa. Si tienes oportunidad, visita el Rancho durante estas semanas de verano, ¡no querrás irte jamás!